lunes, 3 de septiembre de 2012

Dieta equilibrada y saludable para los caballos

La alimentación de los caballos debe ir en relación con determinadas aspectos como la edad, el estado de salud y la actividad física que se le exija. Se trata de animales de gran tamaño que necesitan una alimentación adecuada para soportar su volumen.
El caballo es un animal bravo y temperamental que debe ser tratado con paciencia para que acepte los alimentos que queremos suministrarle. Lo ideal es una dieta variada basada en carbohidratos, fibras y grasas, minerales y proteínas. 
Es fundamental que mantengan una dieta equilibrada puesto que el sobrepeso afecta a la agilidad del animal y, por tanto, a su estado de salud. El caballo necesita correr para sentirse bien y el exceso de peso puede afectar en gran medida a su estado de ánimo y a su calidad de vida.
El heno y la paja son la base de la alimentación de los caballos. El heno aporta al caballo gran cantidad de nutrientes, además puede comer todo el que quiera y si está húmedo es más digestivo. La hierba aporta los minerales necesarios para sobrevivir pero provoca que el vientre engorde por lo que no es recomendable para los caballos de competición. Por su parte, la remolacha forrajera es útil para ganar peso, esto requiere tenerla controlada si no queremos que el caballo engorde.
La avena y los piensos son un aporte de energía, sobre todo la cebada y el maíz. Estos alimentos facilitan la digestión, son equilibrados y completos fisiológicamente. Además, como suplemento nutritivo para cubrir carencias podemos suministrar zanahoria, aceite de hígado de bacalao, aceite de linaza y linaza hervida.
El agua es fundamental en su dieta puesto que facilita la digestión y supone el 60% de su peso. Lo fundamental es que la alimentación esté adaptada al estilo de vida propio de cada animal, sus costumbres y su actividad habitual. Seguir ciertas rutinas ayuda al caballo a conseguir una estabilidad y adquirir costumbre nutritivas.