La Navidad es una época de excesos en las dietas de todas las
familias, por lo que en muchas ocasiones las mascotas también participan de
nuestras costumbres y celebraciones. En el caso de los perros es importante prestar
atención a aquellos alimentos típicos de estas fechas que son tóxicos para su
salud.
Las uvas nos acompañan en la entrada del nuevo año pero
debemos evitar que nuestro perro las ingiera. Este fruto afecta al correcto
funcionamiento de los riñones del animal y puede provocarle importantes
problemas de salud.
Las cáscaras de los mariscos contienen una sustancia que el
perro no ingiere bien, por lo que su ingesta puede provocarles vómitos, diarrea
y estreñimiento. Además, es un alimento rico en ácido úrico que en el caso de
la raza dálmata puede provocar gota.
El chocolate es un ingrediente fundamental en muchos dulces
navideños. Sin embargo, no es recomendable para los perros porque su ingesta
puede ser muy tóxica y acarrea importantes problemas de salud en el animal.
Si nuestro perro está enfermo o es muy mayor debemos evitar
que ingiera cebolla. Este alimento destruye sus glóbulos rojos y causa anemia,
debilidad y problemas respiratorios. Por otra parte, los perros no tiene el
sistema digestivo preparado para metabolizar el ajo, por lo que debemos evitar
que nuestras mascotas hurguen en los desperdicios de las comidas navideñas.
La leche y otros productos que contienen lactosa son también
poco recomendable. El estomago del perro no tiene la enzima que se encarga de
destruir y metabolizar esta sustancia. Esto provoca problemas digestivos en el
animal como vómitos y diarrea.
Para terminar es importante señalar que cualquier bebida
alcohólica, aunque sea en pequeñas cantidades, es perjudicial y tóxica para los
perros. Además, no aporta ningún beneficio a su alimentación.
Existen otros alimentos que, aunque en menor medida, son poco
recomendables. Se trata de los frutos secos, la sal, el cordero, los huesos, el
café, el té o las plantas de interior.