Los perros son un complemento de gran ayuda en los
tratamientos de rehabilitación de niños con discapacidad. El adiestramiento
canino puede utilizarse para mejorar la integración y superación de los pequeños
a través de la terapia asistida con animales.
Los niños tienen en la mayoría de los casos una buena
conexión con los perros. Esto posibilita que los animales puedan formar parte
del proceso de recuperación del paciente. La inclusión de perros en las
terapias con niños discapacitados tiene buenos resultados puesto que la
interacción con el animal supone un excelente reclamo para los pequeños.
En este tipo de tratamientos el perro ayuda al médico, al
psicólogo y al fisioterapeuta a llegar al niño con más facilidad. Las sesiones
de terapia son más divertidas y el niño se muestra más motivado y optimista.
La principal ventaja de la terapia asistida con animales es
que ayuda al desarrollo de las capacidades sociales del niño. El interés por
este tipo de técnicas ha crecido de forma importante en los últimos años en
España.
No todos los perros son aptos para trabajar como terapeutas
infantiles, lo adecuado es que sean animales sociables, cariñosos, pacientes y
juguetones. Sin embargo, no es necesario que sean de ninguna raza en concreto.
Estos animales son educados para obedecer una serie de pautas
concretas y pueden cumplir funciones de asistencia para ayudar a pacientes con
problemas de movilidad. De esta forma, son entrenados para recoger objetos del
suelo, abrir y cerrar puertas, pulsar botones, etc. En definitiva, mejoran la
vida de los pequeños y se convierten en fieles compañeros.