Algunos perros pueden presentar
cierta ansiedad a la hora de acudir al veterinario debido a que relacionan la
clínica con el lugar en el que se les ha causado dolor anteriormente. Además,
estos animales generan adrenalina, endorfinas y feromonas de alarma, a causa
del temor, para advertir a otros hasta a una distancia de 80 metros, algo que
altera en gran medida a otros perros.
Uno de las formas de evitar este
sufrimiento al animal es acostumbrarlo a la clínica desde pequeño. Es
recomendable que acuda al veterinario para cosas diferentes a una consulta,
como comprarle una golosina o pasearlo por los alrededores.
También es importante que el
animal establezca una relación de confianza con el veterinario y sus
asistentes. Llevarlo siempre al mismo profesional es lo más indicado. El
propietario debe prestar atención a la forma en que el veterinario trata al
animal puesto que ambos deben sentir empatía y tranquilidad con el experto.
Para conseguir un buen trato con
los animales el veterinario debe ser amable, atento y paciente. Tener afinidad
con los animales e intentar consolarlos cuando están asustados o enfadados. Por
este motivo el veterinario debe tener una serie de habilidades que permitan
establecer una comunicación con las mascotas y con los dueños de éstas. Sólo así
es posible que el animal se relaje y se sienta cómodo al asistir al
veterinario.