Los caballos son animales fuertes
y con una excelente condición física pero para mantener su buena salud es
necesario atender correctamente a sus necesidades y asegurarse de que no sufren
ningún problema. Existen una serie de enfermedades comunes en los caballos que
pueden solucionarse si son detectados a tiempo. Por este motivo, es importante
saber distinguir los cambios que se producen en los equinos cuando su salud se
resiente.
La mayoría de las consultas que
se realizan al veterinario cuando se trata de caballos están relacionadas con
el cuidado de sus patas. Los caballos son animales de gran tamaño que soportan
todo su peso en cuatro delgadas extremidades, por lo que es de gran importancia
mantenerlas en perfecto estado. Veterinarios y cuidadores recomiendan a los
dueños conocer la estructura de esta zona del cuerpo y saber los cuidados que
requiere.
Otro aspecto que debe vigilarse
muy de cerca es la forma de alimentarse del animal. Habrá problemas cuando el
caballo no coma igual que siempre, se produzcan cambios bruscos de peso, cambie
el brillo habitual en el pelaje o tenga dificultades para andar.
Una de las enfermedades más
frecuentes en los caballos es el catarro. Lo ideal es que cuando se produzca,
el caballo cuente con un lugar para descansar donde se encuentre caliente y con
alimentación especial. Otra dolencia característica es la tiña, que se
manifiesta produciendo en el animal pequeños espacios sin pelo. Se trata de una
enfermedad muy contagiosa con la que se deben extremar las precauciones. Por
otra parte, la laminitis es una dolencia que se produce cuando el animal
ingiere hierba con exceso de nutrientes. El principal síntoma que produce es la
inflamación de los cascos.
Los cólicos son provocados cuando
el caballo tiene una mala alimentación. Las vacunas contra los parásitos son
muy útiles para evitar este tipo de problemas digestivos. Cuando se detecte
cualquier cambio en el estado de salud del caballo es fundamental acudir a un
veterinario que explique la forma en que debe actuarse para recuperar al
animal. Lo ideal es mantener al caballo en un lugar cálido hasta que los
especialistas señalen el tratamiento y los cuidados que requiere el animal.