Hoy en día es cada vez más
frecuente el número de perros y gatos que padecen obesidad debido al
sedentarismo y a una alimentación poco equilibrada. Se trata, por tanto, del
principal problema nutricional que padecen estos animales domésticos.
El sobrepeso y la obesidad
aparecen en perros y gatos por las mismas causas que en las personas. Si el
animal consume más calorías de las que su cuerpo utiliza, el exceso de grasa se
acumula en el cuerpo provocando esta enfermedad.
La obesidad es reflejo de la mala
alimentación que se suministra a los animales. Los animales no tienen facultad
para controlar su peso por lo que son los dueños los que deben ocuparse de que
sus mascotas reciban una alimentación saludable. La obesidad tiene
consecuencias muy negativas en la calidad de vida de estos animales, por eso es
importante acudir al veterinario en el momento en que se detecta la aparición
de este problema.
El especialista es el encargado
de evaluar el estado de salud del animal y elaborar un programa para reducir su
peso de forma progresiva. Los dueños deben hacer que las pautas marcadas por el
veterinario se lleven a cabo para mejorar la salud de la mascota. La obesidad provoca
en los animales gran cantidad de problemas como trastornos en el sistema
locomotor, dificultades cardiomusculares, afecciones digestivas, problemas
reproductores o trastornos cutáneos, entre otros.